Origen
Casa Terra Alma nace del deseo de vivir y trabajar de un modo más sostenible en la naturaleza, en un contexto que pueda acoger personas diversas y ofreciendo diferentes servicios y experiencias.
La idea de crear un refugio en la naturaleza para reconectar con nuestras raíces lleva gestándose en mí toda la vida.
Aunque soy gallega, fue al volver de México que decidí alquilar una pequeña casa en el Camino Francés y trabajé durante algún tiempo en un albergue cercano. A partir de ese momento surgió la idea de crear un alojamiento rural en el Camino de Santiago.
Pensé que esto me permitiría vivir en la naturaleza y al mismo tiempo estar en contacto con personas de todo el mundo compartiendo la experiencia única de una parada en una ruta milenaria, de búsqueda espiritual y personal, donde las personas dejan sus ocupaciones diarias para caminar.
Para entender el espíritu del camino de Santiago decidí recorrer diferentes rutas. En Lugo descubrí las montañas da Fonsagrada en el camino primitivo, el monasterio de Samos y las montañas de O Cebreiro en el camino francés. Y crucé el rio Miño entre Valenca y Tui en el Camino Portugués.
Fue durante la etapa A Gudiña- Laza (Vía de la Plata) que me encontré con la aldea de As Eiras.
Me gustó mucho el lugar y su arquitectura, su entorno privilegiado y pude comprar varias casitas que estaban en ruinas a un bajo coste.
Antes y Después
El proceso de rehabilitación fue largo y complejo. Desde hacer el proyecto hasta conseguir los permisos y las ayudas necesarias transcurrieron casi dos años. La obra se prolongó durante dos años más de trabajo duro, con una climatología poco favorable, y muchos problemas a solventar en el proceso.
Finalmente y con mucha ilusión aquí estamos, con un proyecto de vida a largo plazo.
Queremos ofrecer un alojamiento cálido, seguro y sencillo, donde tener tiempo para poder conversar e interactuar con nuestr@s visitantes. Una atención personal y cercana, abierta a sugerencias y a mejorar con la experiencia.